Una herencia es un conjunto de bienes, derechos y obligaciones que una persona deja a sus herederos después de su fallecimiento. La herencia se regula por el derecho sucesorio, que establece quiénes son los herederos y cómo se distribuyen los bienes entre ellos.
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En primer lugar, es importante destacar que existen dos tipos de herederos: los legítimos y los testamentarios. Los herederos legítimos son aquellos que tienen derecho a recibir una parte de la herencia de forma automática, sin necesidad de que exista un testamento. En general, los herederos legítimos son los hijos, el cónyuge y los padres del fallecido.
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Por otro lado, los herederos testamentarios son aquellos que han sido designados como tales en el testamento del fallecido. El testamento es un documento legal que permite a una persona decidir cómo se distribuirán sus bienes después de su muerte. Si no hay testamento, se aplica la ley de sucesiones y se distribuyen los bienes según las reglas establecidas por la ley.
La distribución de los bienes de la herencia se realiza a través de un proceso llamado partición de la herencia, en el que se determina quiénes son los herederos y cómo se van a repartir los bienes entre ellos. La partición de la herencia puede ser realizada de forma amistosa entre los herederos o a través de un proceso judicial si existe alguna controversia entre ellos.
Es importante destacar que la herencia puede estar sujeta a impuestos y que existen diferencias entre las leyes de sucesiones de los distintos países. Por ello, es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho sucesorio para evitar problemas y asegurarse de que se respeten los derechos de los herederos.
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