«Ad cautelam» es una locución latina que significa «por cautela» o «por precaución». Se utiliza en el ámbito jurídico para referirse a una medida que se toma como precaución, sin que necesariamente exista una certeza sobre la necesidad de tomarla.
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En el derecho, la expresión «ad cautelam» se usa para referirse a una demanda o una solicitud que se presenta como medida de precaución, para prevenir o evitar una situación que se prevé que pueda ocurrir en el futuro. En este caso, la medida se toma sin que haya una certeza absoluta de que la situación se produzca.
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Por ejemplo, una persona puede presentar una demanda «ad cautelam» para proteger sus derechos en caso de que se produzca una acción de otro individuo que pueda perjudicarlos, aunque no tenga la seguridad de que esa acción vaya a suceder. En este caso, la medida se toma como precaución para asegurar que se protejan los derechos de la persona en caso de que se produzca la acción.
En resumen, «ad cautelam» es una expresión que se utiliza en el derecho para referirse a una medida que se toma como precaución para prevenir o evitar una situación que se prevé que pueda ocurrir en el futuro, sin que haya una certeza absoluta de que la situación se produzca.
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