La acumulación de acciones es un mecanismo procesal que permite a un demandante unir dos o más acciones en una sola demanda para que se tramiten conjuntamente. Esto se hace cuando se desea resolver en una sola sentencia varios asuntos que están relacionados entre sí y que podrían afectar el resultado final del proceso.
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La acumulación de acciones se puede realizar en dos formas: objetiva y subjetiva. La acumulación objetiva se produce cuando se demanda conjuntamente la resolución de varios asuntos que son independientes entre sí. Por ejemplo, una demanda que acumula acciones de reclamación de cantidad y de resolución de contrato.
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Por otro lado, la acumulación subjetiva se produce cuando se demanda conjuntamente a varias personas por distintos conceptos y con distintas pretensiones, pero que tienen una conexión entre sí. Por ejemplo, una demanda que acumula acciones de indemnización por daños y perjuicios contra varios responsables por un mismo hecho dañoso.
La acumulación de acciones tiene como objetivo evitar la tramitación de distintos procesos y reducir costos y tiempos procesales. Además, permite una resolución más eficiente de los asuntos, ya que se pueden resolver en una sola sentencia todos los temas relacionados entre sí.
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